martes, diciembre 23, 2008

Navidad: dinero+felicidad?


En cuestión de días, un solo individuo, Bernard Madoff, le ha asestado un golpe mucho mayor al capital financiero global, a Wall Street y al lobby sionista usamericano del “Israel en primer lugar” que toda la izquierda de Usamérica y Europa juntas durante los últimos cincuenta años. Ha logrado reducir más las enormes desigualdades económicas en Nueva York que todos los gobernadores y alcaldes demócratas y republicanos, blancos, negros, cristianos y judíos, reformistas y ortodoxos durante los últimos dos siglos…

Algunos teóricos derechistas de la conspiración están diciendo que Bernie es un agente secreto islámico-palestino (de Hamás) enviado para socavar deliberadamente los cimientos financieros del Estado judío de Israel y de sus patrocinadores y fundaciones más generosos, acaudalados y poderosos. Otros dicen que es un marxista aún no salido del armario, cuyas estafas estaban cuidadosamente diseñadas para desacreditar a Wall Street y canalizar miles de millones hacía organizaciones radicales clandestinas. Al fin y al cabo, ¿sabe alguien dónde están los miles de millones desaparecidos? Contrariamente a los expertos de la izquierda, a los blogueros y manifestantes, cuyas fervorosas y públicas actividades no afectaban en absoluto a los ricos y poderosos, Madoff ha asestado sus golpes donde más les duele: en sus megacuentas bancarias, en su confianza en el sistema capitalista, en su autoestima y, sí, también en su pobrecito corazón, que ahora está al borde del infarto.

¿Quiere esto decir que nosotros, en la izquierda, deberíamos crear un Comité de Defensa de Bernie Madoff y exigir un rescate parecido al del secretario del tesoro Henry Paulsen, que acaba de salvar a sus amigotes del Citibank? ¿Deberíamos pedir “rescates iguales para estafadores iguales”?

Texto extraido de Rebelión escrito por James Petras y foto cautivadora de Peter de Krom

3 comentarios:

luis dijo...

El texto finaliza con una buena pregunta. Todos los rescates finacieros evidencian la precariedad de un sistema que oculta con valores virtuales su real esencia: la explotación y la codicia. ¿Cuándo terminará el simulacro? ¿Cuándo terminarán de caer las máscaras?

Anónimo dijo...

Todavía no sabemos el alcance de la ¿estafa?
Hay quien dice que los más grandes, los de la oligarquía, ya habían puesto a buen recaudo sus fortunas.
El dinero no ha ido a ninguna parte puesto que nunca ha existido.
Madoff prometía unos intereses irreales basados en un sistema piramidal. Muchas veces perdía dinero, no era tan listo como parecía; y su pericia financiera consistía en insuflar optimismo, solo eso.
El hombre que ha afectado más a la economía del sistema ha sido Ben Laden. Su especial terrorismo ha obligado a los EEUU pagar una factura billonaria en seguridad. Agentes, espías subcontratados, sistemas de seguridad en todos los puertos y aeropuertos del tercer mundo, que se negó a pagar por no poder.
A mí Bernie me caía bien, es un tipo simpático que nunca quiso demasiado para él; de ahí que nadie sepa de dónde sacar algo. Así y todo no olvides que la actual crisis es producto de miles de pequeños y grandes Bernies.

Un abrazo y buen año.

Sherezade dijo...

Mira qué te digo, que yo creo que sólo se trata de un listillo egoísta que ha metido todo el dinero en calcetines (o en paraísos financieros). No se trata de una opinión original, pero es mía y me gusta :D

Un besazo, preciosa.

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