jueves, febrero 28, 2008

EL EROTISMO DE LO VELADO
En la posmodernidad se trata de estimular concientemente el deseo sexual. Pues el sexo es mercancía. Si se estimula el deseo, se enaltecen los beneficios del goce a toda costa, se estimulan los cuerpos esculpidos y se ordena el placer sin atenuantes. Se logran así adictos consumistas. Ingrediente indispensable que, aplicado acríticamente a las leyes del mercado, produce seres dependientes de una belleza y de un goce que no encontrarán –por artificial, por imposible- pero detrás del cual dejarán sus ganancias y sus frustraciones.

El sexo al que se nos arroja desde el imaginario social -con su hiato irreparable entre lo que ofrece y lo que realmente da- suele tornarse fuente de insatisfacción. Asistimos al fin del lúgubre desierto de la sexualidad, al fin de la monarquía del sexo como exigencia social que, paradójicamente, nos puede enfrentar con salivas ácidas o axilas malolientes, con intimidades desagradables o actitudes ofensivas. Pero de eso no se habla.

Aunque no necesariamente hablando explícitamente se genera sexualidad, sino también ocultando. En la época victoriana, por ejemplo, se creyó que las torneadas patas de los pianos de cola podían excitar a los caballeros y, en función de ello, se decidió colocarles “polleritas”, logrando, probablemente, lo contrario de lo que concientemente se perseguía. Nada más sugestivo que lo maliciosamente velado. Lo prohibido fascina. Lo ilusorio seduce. La sexualidad es del orden del misterio.

Las imágenes son de Audrey Kawasaki y el texto está extraído de BASTA DE SEXO PARA QUE EL SEXO ADVENGA de Esther Diaz.

9 comentarios:

Basquiat dijo...

lo más exitante es que lo que se sugiere, lo que guarda algo, lo que promete.
pd. el texto es interesantisimo.

PRU dijo...

Pues tanto las imágenes como el texto resultan de lo más interesante, da que pensar...

Anónimo dijo...

Pues yo celebro el fin de la postmodernidad, que tanto daño nos ha hecho. Nos falta perspectiva, por más que se empeñe Gilles Lipovetsky, para juzgar el tiempo hipermoderno que vivimos, cosa también para celebrar. Quizás es que hace ya muchos años que andaba yo tras la disponibilidad que de muchos aspectos vamos consiguiendo, propiciada sobre todo por las TIC para liberar la mente y poder ocupar ese potencial, no ya a imaginar y debatirse en expectativas, sino a conspirar con otras mentes mientras los cuerpos gozan.

- dijo...

ya te digo:el sexo es mucho más de lo que nos venden..mucho más complejo..mucho más profundo. todas las escenas de sexo de las pelis,revistas etc son majaderias.excepto,p.e. lo que nos cuenta Kubrik en su 'eyes wide shut'.
el sexo ha de satisfacer el inconsciente,no la libido.

FASB dijo...

Me encantan estas venganzas tuyas!! Habrá que echarle un vistazo al libro que recomiendas...

Beso

Madame X dijo...

Te he dejado algo en mi blog.

X

Sintagma in Blue dijo...

Y cuánta razón tiene!

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con ella, sí. Esa chica sí que sabe. Un texto inteligente. Gracias por traerlo.

Saludos cordiales,
tTiger

The Final Straw dijo...

Sugerir más que mostrar siempre será mucho más erótico y sensual. Decir sin decir, insinuar sutilmente, inocentemente hace que el deseo se dispare y siempre sea más excitante que lo claro y definido porque nuestra mente es la que trabaja.
Cuando la mente supera a la vista, ahí empieza el erotismo.

saludetes

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