Creo que tiendo a querer tener sexo cuando me siento atemorizado de esa cercanía, o de haberme perdido en ella. Como hombres, tendemos a no tener ideas muy claras de lo que significa simplemente estar cerca de alguien, tener una auténtica intimidad con esa persona. Es mucho más ácil ser sexuales, y a menudo terminamos en eso. Aparentemente, es muy difícil quedarnos en la mera cercanía, y ser sexuales es un terreno más seguro. Sé que el sexo en sí es muy satisfactorio, pero a veces me pregunto si no habrá algo más de lo que me esté perdiendo. Y deseando sacarle el jugo a la vida, no quiero perderme de nada y a menudo me masturbo cuando estoy solo y cuando me siento solo. Sé que el ser sexual conmigo mismo es una forma muy satisfactoria de pasarla bien y de reprimir otros sentimientos. Algunos de mis sentimientos más atemorizantes tienen que ver con estar realmente solo. Entonces, aunque sé que en realidad no lo estoy, una vez que esos sentimientos empiezan a aparecer, a menudo quiero masturbarme, aunque inconscientemente sólo sea para alejar el temor. Y funciona.
Por KIM HOUGHTON
Via hetero neuras
4 comentarios:
un texto muy bueno y muy adecuado!
Excelente reflexión, pienso que esto lo hacemos o hemos hecho tod@s pero ningun@ lo reconocemos y es que queramos o no los sentimientos siempre están ahí...
Lleva razón.
Hace olvidar los temores y lo usamos para ello, demasiado, tal vez, porque al final es como cualquier medicamento, que de utilizarlo mucho pierde efectividad. En cambio, el contacto con una o más personas, aunque entre el sexo en ello, nunca se consume.
Gracias por vuestros comentarios,
Kay: estoy contigo los sentimientos pese a que nos enseñen a reprimirlos están ahí.
Pau: yo complementaria con que a veces el contacto con las personas tal vez no se consuma pero si que nos puede llegar a consumir.
¡Una sonrisa!
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