LAS HORDAS DEL ESTADO ACECHAN
Los partidarios del pensar objetivo son los profesionales del pensamiento, pedantes por naturaleza y por gracia, a quienes cabe decir aquello de para pensar cual tú sólo es preciso no tener nada más que inteligencia. Son necesarios pensadores apasionados, vitales y contradictorios, que piensen con todo el cuerpo y toda el alma, con la sangre, con el tuétano de los huesos, con el corazón, con los pulmones, con el vientre, con la vida.
Inspirado en Miguel de Unamuno en El sentimiento trágico de la vida
Algo bonito para acabar:
lo que piensas son las ventanas al mundo, límpialas de vez en cuando o no podrá entrar luz.
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